domingo, 27 de marzo de 2016

Cómo hacer un entrecot en sartén y que te quede como en tu restaurante favorito

Lo primero es sacar la carne del frigorífico aproximadamente unos 15 minutos antes de cocinarla, de esta forma alcanzará temperatura ambiente y sufrirá menos los cambios de temperatura de la sartén.  Antes de ponerla a cocinar, puedes secarla un poco con papel de cocina para quitarle el líquido que puede haber soltado al estar en la nevera.
Lo segundo, las herramientas. Es fundamental utilizar una sartén de la medida más justa posible, es decir, que no quede mucha sartén sin filete… de este modo evitarás que el aceite se caliente demasiado por esas partes vacías ya que se puede quemar y seguro que no te va a gustar.
Cómo hacer entrecot en sarten
Utiliza una sartén de tamaño parecido a tu entrecot
A la hora de añadir especias, ya sea sal, pimienta o ambas no te precipites. Espera a que la carne esté bien hecha para añadirlas, así evitarás que las especias penetren en la carne  y cobren demasiado protagonismo, además la sal puede secar tu carne.
Una vez que tengamos todo preparado y cuando el aceite esté bien caliente, procederemos a poner el filete en la sartén. La clave de la preparación es evitar que la carne pierda sus jugos. Para conseguirlo, hay que poner la carne a temperatura alta hasta que se dore por cada lado, dejando ambas “caras” del filete más hechas mientras que por dentro se mantendrá más crudo. De esta forma los líquidos de la carne permanecerán en el interior del filete y la pieza quedará jugosa y tierna por dentro.
Cuando vayamos a darle la vuelta a la pieza, deberemos usar una espátula, unas pinzas, o cualquier utensilio que no pinche la carne. De esta forma los jugos se mantendrán dentro del filete y la carne aguantará tierna y en su punto.
Una vez que le hayamos dado a la carne esa textura dorada por fuera y jugosa por dentro, será el momento de echarle a la carne la sal o la pimienta, al gusto de cada uno.
Ya con la pieza salpimentada, bajaremos el fuego a un nivel medio y dejaremos que la carne se termine de hacer.
Como consejo final, es muy recomendable darle la vuelta al filete muy a menudo, haciendo esto conseguiremos que se cocine de manera uniforme. De otra forma, nuestro filete quedará más duro por un lado que por otro, llegando a formarse una capa demasiado dura si no tenemos cuidado.

Los tiempos de cocción.

Aquí viene el quid de la cuestión…. lo más importante para saber si un entrecot está perfecto es que esté al gusto del consumidor, ya que si le servimos un entrecot poco hecho a alguien que le guste muy hecho, por mucho que esté perfectamente preparado y la carne sea de la más alta calidad, el comensal nunca terminará satisfecho.
Por eso os damos las claves de tiempo necesarias a la hora de preparar un filete:
  • Poco hecho: Entre un minuto y medio y dos minutos de tiempo por cada lado.
  • Al punto: Entre 2 y 3 minutos de cocción por cada lado.
  • Muy hecho: entre 3 y 4 minutos al fuego por cada lado.
De esta forma lograrás que el entrecot quede perfecto tanto por fuera como por dentro y que tu comensal disfrute de un gran filete cocinado en su punto exacto de gusto.
Ojo!, ten muy en cuenta que estos tiempos son estimados y todo dependerá de lo caliente que esté tu sartén… no te pases porque no habrá marcha atrás!
Por si acaso se te va el santo al cielo, pierdes el hilo del tiempo que lleva al fuego tu filete o no sabes si le has dado la vuelta 2 o 3 veces, hay dos maneras de saber si tu filete está en su punto.
  1. La primera es mediante presión, ya que la carne ofrece diferente resistencia según lo hecha que esté. Si la carne está casi cruda, cederá muy fácilmente, mientras que si el filete está muy hecho ofrecerá una alta resistencia y casi no cambiará su volumen.
  2. El segundo método consiste en pinchar el filete con un palillo, y según el tipo de gotas que aparezcan en la superficie sabremos qué grado de cocción tiene la carne por dentro.
  • Gotas rojas: la sangre aún no ha recibido apenas calor por lo que la carne estará cruda por dentro. “Cannival style”
  • Gotas rosadas: la carne ha recibido fuego medio y está al punto.
  • Gotas claras o semitransparentes: la carne está bien hecha.
  • No salen gotas: ¡Date prisa en sacarlo o tu filete estará como una piedra!
Para terminar, una cosa que no se nos puede olvidar es dejar reposar la carne un par de minutos antes de cortarla y servirla, de esta manera los jugos se redistribuirán por toda la pieza, la presión bajará ya que el filete se habrá enfriado lo justo para que se quede con una textura perfecta y jugosa, y nuestros comensales se chuparán los dedos ante nuestra maestría haciendo entrecots.

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