domingo, 26 de febrero de 2017

CORTES DE UNA PALETA CURADA



La paleta es la gran desconocida para muchos. Como introducción decir que se obtiene de la extremidad anterior del cerdo adulto “manos”, y que técnicamente es la pieza osteomuscular íntegra sometida al correspondiente proceso de salazón y curado-maduración, cortada a nivel del omóplato o escápula (también llamado hueso del abanico).

Para este “estudio” contamos con una pieza de paleta de capa blanca 50% duroc y 50% large White, y empezaremos viendo su peso inicial.



Como podéis ver en la imagen esta paleta cuenta con 5.150 kg. de peso bruto. Una vez que la hayamos loncheado entera, podremos ver cual es el % de rendimiento, tanto completo como por separado de cada parte.

Es una pieza cruce duroc “gran reserva” (más de 9 meses) con mapa 50-15 (ahora está en 13 meses ) y correctamente etiquetada.

A continuación os vamos a mostrar los cuchillos con los que vamos a llevar a cabo todo el proceso de corte.





Aquí tenemos un cuchillo jamonero terminando en punta y de unos 23 centímetros de hoja. Es más corto que el que solemos emplear para el jamón, luego veremos el porqué. A este lo bautizaremos como “paletero”.

El segundo cuchillo el típico cuchillo deshuesador que solemos utilizar para el jamón, con él, perfilaremos la paleta y lo más importante, nos servirá para “marcar” los huesos en las diferentes etapas de corte.
Partes de la paleta:

Vamos con las partes de la pieza; hemos utilizado un hueso de otra paleta para colocarlo encima de la propia pieza y así poder observar mejor sus zonas de corte.



En la primera fotografía de la imagen, indicamos la zona del jarrete, que comprende las partes señaladas por ambos dedos.

En la segunda, mostramos la contra. Abarca la parte que señalamos con los dedos principalmente y también engloba parte de la porción superior de la bola del húmero. Es la parte junto con el jarrete que menos porcentaje de grasa y magro tiene, por lo tanto las que primero se curan y antes pueden ponerse “duras”.

En la tercera fotografía señalamos la maza. Es la parte con mayor magro y grasa de toda la pieza, por lo tanto la más jugosa. Nunca diremos “la mejor” (la pieza es buena al completo) pero si quizás la más deseada.



A través de esta imagen podemos ver las partes de la paleta y todas sus partes óseas.
Colocación en el jamonero:

Antes de empezar a cortar colocaremos la paleta en el jamonero. En esta ocasión hemos empelado una mesa jamonera giratoria pero no basculante.

Cuando utilicemos cualquiera de los soportes jamoneros basculantes que hoy día tenemos en el mercado, será aún más fácil.



Está posición será muy cómoda para el comienzo del corte, aunque luego será algo más complicado al no ser basculante, pero los planos de corte serán los mismos.

Hemos medido con un metro y vemos que la altura desde la base al codillo es de 30 centímetros aproximadamente. Tomaremos esta referencia como guía para otras jamoneras.

Ya podemos comenzar con la limpieza y perfilado de la pieza.
Primera incisión:

Marcaremos una línea diagonal desde delante hacia nosotros haciendo un semicírculo en el comienzo del jarrete (pezuña hacia abajo); justo a un centímetro detrás de la protuberancia (saliente, relieve, turgencia o hinchazón) que se aprecia del hueso “radio”.

Esta línea tendrá que ir justo hasta la mitad del jarrete como puede apreciarse en la primera fotografía de la siguiente imagen.



Giramos la pieza completamente y hacemos la misma operación de antes, otra línea diagonal de delante hacía atrás, terminando el marcado como una especie de “v” como podéis ver en la segunda fotografía.

En la tercera fotografía podemos ver otra perspectiva distinta de la pieza. En ella, podemos intuir cual es el objetivo de hacer estos marcados iniciales: aprovechar al final el máximo de jarrete loncheándolo.

En la cuarta fotografía vemos el lado opuesto (jarrete y parte de contra). Por aquí es por donde iniciaremos el corte.

El dedo índice marca la protuberancia del radio y el pulgar, la coyuntura final del húmero. La paleta lógicamente, tiene menos rendimiento que el jamón, por lo tanto nos interesa sacarle el máximo beneficio posible en lonchas, “exprimiéndola” al máximo.

Ya estamos listos para comenzar nuestra limpieza.


¿Quieres leer los siguientes capítulos? Aquí te lo dejamos:



El corte de la paleta 2: Limpieza y preparación, comienzo del corte, marcado del húmero y colocación de lonchas

Hoy seguimos con nuestro segundo capítulo sobre el corte de la paleta realizado por Pedro Mora y Mari Carmen Martín, socios de AGACUJ.

En el post anterior habíamos preparado la pieza para empezar con su limpieza… + Leer Más.



El corte de la paleta 3: Ejes lineales de corte, truco para evitar oxidación, marcado bola del húmero

Según vamos bajando la contra, los músculos se unen con los de la parte del jarrete (señalado por los dedos), y a aquí un detalle importante, cortaremos la loncha justo por el centro del tocino, como marca el dedo y se aprecia en la loncha sobre el papel. La intención es dividir la grasa que hay… + Leer Más.



El corte de la paleta 4: Marcado omóplato o escápula, evolución del corte y finalización de la contra

En el capítulo anterior nos habíamos quedado llegando al omóplato…

Con nuestro deshuesador volveremos nuevamente a marcar el hueso omóplato o escápula para poder “despegar” bien esa loncha…+ Leer Más.

martes, 21 de febrero de 2017

Presa de cerdo ibérico al Pedro Ximénez. Receta

Ingredientes para 3 personas

  • 1 presa de cerdo ibérico, 6 pimientos del piquillo, 150 ml de caldo de ave o
  •  de carne, 50 ml de vino Pedro Ximénez

Cómo hacer presa de cerdo ibérico al Pedro Ximénez

Dejamos que la carne se atempere fuera de la nevera al menos durante una hora, ya que vamos a cocinarla muy poco y no queremos que quede fría en su interior. Calentamos una parrilla o carmela durante cinco minutos, sin poner nada dentro, para que alcance una gran temperatura.
Transcurrido ese tiempo, añadimos una cucharada de aceite de oliva virgen extra y ponemos la presa de cerdo ibérico a cocinar a fuego muy vivo, apretando un poco la carne contra la parrilla, para que se dore bien el exterior. Harán falta unos cinco minutos por cada lado para que la pieza se cocine. Después, la sacamos y la reservamos en caliente para que los jugos se repartan bien en su interior.
En la misma parrilla, desglasamos los jugos de la carne con el caldo y el vino Pedro Ximénez, dejando que la salsa se reduzca hasta ser casi un caramelo. En ese momento, reintegramos la presa a la parrilla y la dejamos que se haga durante un minuto por cada cara, bañando la queda fuera con los jugos usando una cuchara para provocar un efecto de lacado.
En una sartén, cocinamos los pimientos del piquillo dejandolos un par de minutos por cada lado y los rematamos añadiendo unos cristales de flor de sal. Fileteamos la carne y la servimos bañando las tajadas con unas cucharadas de la salsa de Pedro Ximénez.
Presa Px Pedro Ximenez
Tiempo de elaboración | 20 minutos
Dificultad | Fácil

Degustacion

Esta receta de presa de cerdo ibérico con salsa de Pedro Ximénez la podéis acompañar con los pimientos del piquillo cuyo sabor contrasta muy bien con el dulzor de la salsa

Diferencia entre jamón serrano e ibérico

Disfrutar de unas rebanadas de jamón curado es realmente un gusto, y aunque son dos de los más famosos y tienen mucho en común no son un mismo producto; de hecho, hoy aclararemos la diferencia entre jamón serrano e ibérico.
direferencia entre jamón serrano e ibérico

Diferencia entre jamón serrano e ibérico.

Para comenzar, el jamón ibérico proviene de un animal llamado cerdo ibérico. Esta especie ha sido criada especialmente para aprovechar el medio del cual se alimenta. El cerdo ibérico tiene una gran capacidad para acumular grasa bajo la piel e infiltrarla bajo los músculos; lo cual se traduce en la característica veta blanca que poseen estos jamones. Aunque por lo general son cerdos de color negro (de allí que se le llame también “jamón de pata negra”), esto no siempre es así, por lo que hay que saber que un jamón ibérico de patas claras no es necesariamente falso.
Los cerdos ibéricos se crían en libertad, por lo que pueden moverse y desarrollar mejor sus músculos; además, su alimentación es, por lo general, superior. Dependiendo de la alimentación de los cerdos, el jamón ibérico se puede dividir en cuatro clases:
Jamón ibérico de bellota: Es el más fino, considerado una exquisitez. Proviene de cerdos alimentados con bellotas y pastos naturales.
Jamón ibérico de recebo: proviene de cerdos alimentados con bellotas, pero además pasto y piensos (alimento procesado para animales).
Jamón ibérico de cebo: Alimentado con pastos y pienso.
Jamón ibérico de cebo de campo: Alimentado de pastos y pienso al aire libre.
En cuanto al jamón serrano, es en realidad un tipo del llamado jamón blanco, que proceden de otras variedades de cerdo diferentes al ibérico. El jamón serrano, se distingue de otros jamones blancos pues es producido en el clima frío y seco de la sierra. Cuando no se trata de un jamón producido en la sierra pero sí curado, simplemente se le conoce como jamón curado.
Por tratarse de un producto más costoso y refinado, el jamón ibérico tiene un precio más alto y solo representa cerca de un 10% de la producción de jamones de España. El otro 90% se divide entre los otros tipos de jamón blanco. Aparte de estas diferencias, el proceso de fabricación es similar: salado, asentamiento (usualmente entre 40 y 60 días), curación y maduración.

Cómo cocinar la pluma, el secreto, la presa y el solomillo de cerdo y cómo diferenciarlas

Si hay un animal que destaca en la gastronomía española es el cerdo. Y el dicho de que se aprovecha todo de él es una realidad, pues además del jamón, y otras chacinas, su carne fresca es también muy preciada, especialmente si es de cerdo ibérico. Descubrimos los secretos que esconde el cerdo y le explicamos cómo cocinarlos para sacar el mejor partido.
Ubicación de la presa, la pluma, el secreto y el solomillo en el...                                                                        Del cerdo se come todo", se dice. Y es verdad. De hecho, en la cesta de la compra cada vez se incluyen cortes más variados. Más allá del lomo o el solomillo, se pueden adquirir otras piezas igual de sabrosas, como la pluma. "Hasta hace unos años, el consumo de las carnes frescas del cerdo se quedaba en las zonas de producción, pero ahora se ha extendido"
¿Sabría diferenciar la pluma, el secreto, el solomillo o la presa de cerdo? Le explicamos sus diferencias y la mejor forma de cocinar estas cuatro maravillas para el paladar. 
Cortes. Arriba a la izq.: secreto; abajo: solomillo; a la derecha, arriba: pluma; abajo: presa.

1. Presa

De buen tamaño (unos 500 gramos), esta carne está unida a la paletilla, formando parte del cabecero del lomo. Su posición hace que esté veteada de grasa intramuscular, dándole por ello un jugoso sabor y una mordida dura.
Se puede hacer de cualquier forma (entera, fileteada, a la plancha, a la brasa, al horno...) pero siempre en cocciones cortas.

2. Secreto

Con forma de abanico, el secreto se encuentra en el extremo superior de la falda próxima a la cabeza del lomo. Su nombre no es fortuito. Precisamente se llama así porque es un corte que está escondido entre la paletilla y la panceta, que sólo puede verse si se corta el músculo en horizontal. Las malas lenguas dicen que el nombre proviene que era un secreto de los carniceros, que al conocer las cualidades de esta pieza, se las guardaban para su consumo. Sea cual sea el nombre, hoy es una pieza más en los hogares. Con un tamaño de unos 200 gramos, es la pieza con más grasa.
Se recomienda cocinar este plato a la plancha, pues así se deshace en la boca.

3. Solomillo

El corte más conocido, así como el más demandado. Al estar situado en la parte trasera del cerdo ibérico, es la pieza más magra de las cuatro. Su buen tamaño permite filetearlo y hacerlo a la parrilla o al horno (primero sellarlo siempre a la sartén, destaca el experto). En caso de querer decantarse por un guiso, la carne de solomillo es apta para ello.

4. Pluma

La favorita del experto por su finura y quizá la más desconocida, "una pieza muy elegante, dado que está equilibrada en grasa y magro". La pluma es muy delgada, de hecho, es la más fina de todos estos cortes. De forma triangular y con un peso de unos 100 gramos, su posición junto al lomo le hace poseer una excelente textura (su fibras musculares recuerdan a la parte alta del jamón).
Al igual que el secreto, son piezas delgadas, por lo que bastará un vuelta y vuelta en una parrilla - o en su defecto una sartén de hierro fundido - para disfrutar al máximo su sabor.

Consejos

Aunque es posible cocinar el cerdo, y en general la carne, de múltiples formas, "la carne está más buena cuanto menos la tocas", . Pasarse en la cocción de la carne es fácil si se trata de un cocinero novel,  "la carne de cerdo ibérico no se estropea fácilmente gracias al equilibrio entre gasa y magro".
Algunos consejos comunes a la cocina cárnica como atemperar la carne y echar la sal antes de cocinar pueden suponer una diferencia en el resultado final. ¿Y para acompañar? En la copa mejor un blanco bien frío.
En la imagen: pluma de cerdo.